Fasciolasis
¿Qué es la Fasciolasis?
La Fasciolasis es una enfermedad parasitaria causada por un trematodo conocido como Fasciola hepatica. Este parásito tiene un ciclo biológico indirecto y generalmente completa su ciclo en un lapso de tiempo que va de las 9 a 20 semanas, dependiendo de las condiciones climáticas. Los estadíos inmaduros localizados en el parénquima hepático son capaces de formar estructuras quísticas para sobrevivir, cuando las condiciones son adversas, en forma similar al Dictyocaulus. Los parásitos enquistados pueden llegar a sobrevivir hasta por dos años, principalmente en condiciones desfavorables (inviernos muy fríos o épocas muy secas). Esto tiene un efecto directo sobre las medidas de control, lo que quiere decir que una vez establecida la infestación por estos parásitos, los programas de desparasitación se deben seguir de forma sistemática año con año.
Con los cambios climáticos manifestados en los años recientes, la Fasciolasis ha incrementado considerablemente su presencia en los sistemas ganaderos, aún en tierras que tradicionalmente eran secas, pero que actualmente proporcionan condiciones para la sobrevivencia de estos parásitos, por lo que es necesario establecer o ajustar los programas de control en estos lugares. Las condiciones climáticas que se presentan en invierno, aunado con el registro de abundantes lluvias en verano proporcionan las condiciones ideales para aumentar la incidencia de duelas hepáticas y caracoles (hospedador intermediario); cuando esto sucede, los rastros y frigoríficos reportan un incremento sustancial en el porcentaje de decomisos de hígados al momento del sacrificio.
¿Cuál es el impacto de la Fasciolasis en el hato? Si el ganado no presenta signos evidentes de parasitosis ¿Están libres de fasciolas?
La falta de signos evidentes en el ganado, como “mal de botella”, diarreas y pérdidas de peso, no es indicativo de que estén libres Fasciola hepatica.
La Fasciolasis sub-clínica en el ganado provoca una reducción en la productividad debido al escaso desarrollo, reducción en la conversión alimenticia, baja fertilidad, disminución en la producción láctea e inmunosupresión, lo que los hace más susceptibles a infecciones secundarias; por lo tanto es importante no asumir que el ganado está libre de parásitos.
¿Cómo puedo diagnosticar la Fasciolasis?
Existen tres formas de presentación de la Fasciolasis: a) aguda, dependiendo de la época del año y el clima puede haber infestaciones masivas en bovinos y ovinos, que después de dos o tres semanas se puede manifestar como una Fasciolasis aguda, especialmente en animales jóvenes; los animales muestran signos clínicos como son la fiebre ligera, abatimiento, debilidad, aumento del volumen del hígado, con dolor y ascitis; estos signos son de aparición rápida y pueden ser acompañados de la muerte de animales; b) subaguda, los animales afectados empeoran su estado corporal, presentando el hato o rebaño un aspecto homogéneo de aletargamiento, pelo hirsuto y bajos índices de desarrollo corporal; y c) crónica, en general los signos presentes son: falta de peso, debilidad general, edema sub-mandibular y palidez de mucosas.
Los signos como “mal de botella”, diarreas persistentes, pérdida de peso, escaso desarrollo de los animales, pelo hirsuto, aunado a las condiciones del terreno como zonas bajas, inundables y con deficiente drenaje y la presencia de caracoles del género Lymnaea, nos dan la pauta para sospechar de una parasitosis por Fasciola hepatica. Para la confirmación del diagnóstico se deberá hacer un examen coproparasitoscopico por la técnica de sedimentación, para identificar los huevos de los parásitos. En caso de muerte de animales, a la necropsia se pueden aislar especímenes adultos en los conductos biliares y duelas juveniles en quistes localizados en el parénquima hepático.
Hay que tener en cuenta que el hecho de no encontrar huevos de Fasciola hepatica en heces, no quiere decir que no haya parásitos, ya que pueden estar en estadíos juveniles o en una fase de inhibición de la oviposición, incluso la hora en que se toman las muestras puede afectar los resultados.
¿Qué tan importante es el problema?
Como resultado del fuerte impacto negativo en el bienestar y productividad del ganado, se considera que la Fasciolasis es una de las enfermedades que causan las mayores pérdidas en las explotaciones ganaderas. Los problemas que implica la Fasciolasis, tales como el decremento en la producción láctea, la reducción de la ganancia de peso y la disminución de la fertilidad, se traducen en pérdidas económicas importantes para los ganaderos. Un estudio realizado en el 2003, en el Reino Unido, reveló que la Fasciolasis provocó pérdidas de alrededor de 23 millones de Euros a la industria ganadera de ese país1. En ese mismo estudio se estimó que la Fasciolasis afectó a 377 de cada 1,000 animales (aproximadamente el 38% del hato ganadero); esto es similar a los resultados encontrados en estudios realizados en la ganadería en trópico. Considerando lo anterior, los expertos predicen que la Fasciolasis podría alcanzar niveles sin precedentes en los próximos 60 años. Con tales cifras en la mente, no sería sorprendente que los programas de control de la Fasciolasis sean una alta prioridad para los ganaderos y profesionales en salud animal en todo el mundo.
Ciclo biológico de la Fasciola hepatica.
En el siguiente esquema se ilustra el ciclo biológico de la Fasciola hepática:
Los estadíos que se desarrollan en el ciclo de la Fasciolasis son:
- Los parásitos adultos alojados en los conductos biliares liberan huevos, los cuales son eliminados junto con las heces y contaminan los potreros.
- Estos huevos, con la humedad y temperatura adecuadas, eclosionan en aproximadamente 15 días produciendo Miracidia (larvas ciliadas), los cuales localizan e infestan caracoles del género Lymnaea.
- Los Miracidios se desarrollan dentro del caracol formando varios estadíos, primero los Esporocistos, luego las Redias y después las Cercarias, que posteriormente dejan el caracol y se enquistan en los pastos.
- A esta larva enquistada se le denomina Metacercaria (fase infestante), que es muy resistente a las condiciones ambientales y puede llegar a sobrevivir hasta por un año. Una vez que es ingerida por el animal junto con el pasto, la Metacercaria se libera del quiste en el intestino, cruza la pared intestinal y migra hacia el parénquima hepático para después alimentarse del tejido (histiofagos), entrar a los conductos biliares y completar su ciclo. Así es como completa su desarrollo a parásito adulto e inicia la ovoposición, trasladado de los huevos al intestino delgado a través del colédoco junto con los ácidos biliares.
1. R Bennett et al, Economic Assessment of Livestock Diseases in Great Britain, 2003